La especialización surgió como necesidad. Ningún hombre es capaz ya de abarcar todo el ámbito del saber. Necesitamos especialistas altamente entrenados. Pero necesitamos más que especialistas. Si hay tantos problemas en el mundo de hoy y es tan difícil hacer los reajustes necesarios, en buena parte se debe a que muchos dirigentes no son más que estrechos especialistas, cuya educación general y política ha sido terriblemente descuidada. [...] Me parece que la universidad tiene aquí una función de extrema importancia.[...] Debemos tratar de poner puentes sobre la brecha que separa a las viejas humanidades de la nueva ciencia, y a las ciencias sociales de las ciencias naturales. Si logramos incorporar a las ciencias sociales y a las humanidades en las ciencias naturales, seremos capaces de formar un científico mucho más allá del estrecho especialista, consciente del lugar de la ciencia en el mundo y de su función en la sociedad. Nada más alentador que ver cómo surgen ya grandes científicos, especialistas en sus respectivos campos [...] que, sin descuidar sus laboratorios, tienen plena conciencia de los problemas candentes de su obra y están tomando parte activa en su solución.Mi propia tarea, como profesor académico, está orientada a preparar médicos enterados del momento histórico que viven, de su gran responsabilidad social y de los aspectos económicos de la medicina, de modo que estén equipados para asumir un papel inteligente y activo en la vida de la sociedad, y en la organización de un sistema de los servicios médicos al alcance de todos, ricos o pobres, blancos o negros.
Henry E. SigeristExtracto del discurso pronunciado en Johannesburg, Sudáfrica, 15 de noviembre de 1939.
Médico, historiador de la Medicina. Profesor, Universität Leipzig (1925-1932), Johns Hopkins University (1932-1947). Fundador del Bulletin of the History of Medicine. Padre de la medicina social en América Latina.