Este libro presenta una mirada antropológica sobre la alimentación actual. En la tradición de las investigaciones que la abordan como “hecho social total” expone los resultados de un estudio cualicuantitativo de tres lustros llevado a cabo en el Área Metropolitana Bonaerense. Más allá de comprobar que si bien existen alimentos disponibles, estos no son accesibles para gran parte de la población. Buscando las razones de esta falta de acceso, se analiza el desempeño del mercado (precios, ingresos) y del Estado (políticas públicas) entre la década de 1990 y principios del nuevo milenio. Se trata de responder a la pregunta sobre cómo las personas más pobres organizan sus consumos para mejorar su acceso a la alimentación. La respuesta se busca en las estrategias de consumo, no solo de los hogares pobres, sino de los hogares de todos los niveles de ingresos. Estas estrategias, entendidas como prácticas y representaciones, guían las elecciones y le dan sentido a qué, cómo y por qué comer y, como fenómenos de largo plazo, sus directrices no han sufrido grandes cambios hasta el día de hoy. Sin embargo, son estrategias que fracasan al triunfar: aunque logran moderar la crisis en los hogares más pobres, lo hacen al precio de crear un hambre oculta.
Doctora en Antropología. Docente e investigadora, Instituto de Salud Colectiva, Universidad Nacional de Lanús, Argentina.